Sábado, 10 de junio de 2023
Nuestra parroquia recupera los comulgatorios
Coincidiendo con la solemnidad de Corpus Christi
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El próximo mes de octubre, se cumplen 50 años desde que el arzobispo de Valencia, Dr. José-María García Lahiguera, bendijera la primera fase de las obras de reforma de nuestro presbiterio, promovidas por el Rvdo. Sr. D. Ubaldo Barberá Bono, párroco de San Francisco de Borja de Valencia desde 1969 hasta 1984. Con la bendición de los cuatro murales dedicados a San Francisco de Borja y la talla del Stmo. Cristo del Buen Consejo, quedó inaugurada la primera fase de reforma.
Según las directrices conciliares, el altar había quedado orientado de cara al pueblo fiel. La segunda fase de las obras, se ejecuta cuatro años después, en 1977. La mesa de altar provisional (de madera) fue sustituida por una de mármol blanco “Calacatta”, conformado en la base por un sistema porticado de cinco arcos delante y otros cinco detrás. Simultáneamente se colocó por primera vez en la historia del templo, dos comulgatorios a los pies del presbiterio, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Los comulgatorios fueron utilizados durante una década. El paso del tiempo y los problemas de comodidad, provocaron el desuso de los mismos. La Sagrada Comunión, hasta el día de la fecha, ha sido distribuida a los fieles desde el centro del presbiterio.
Según las notas que recoge el Fondo Histórico de nuestra parroquia, entre las propuestas sinodales para la mejorar el funcionamiento de la comunidad parroquial, recogidas durante el Sínodo de 1986-1987, convocado por el arzobispo Monseñor Miguel Roca Cabanellas, consta una por la que los fieles sugieren que los comulgatorios “sean dotados de almohadones, para mayor comodidad de la feligresía”.
A tenor de lo que prescribe el Código de Derecho Canónico: “los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (Canon 843, § 1), lo que complementa la Institución Generalis Missalis Romani (n. 160, § 2), “que a los comulgantes que escojan arrodillarse no les será negada la Sagrada Comunión”. Es por ello, por lo que nuestra parroquia habilita de nuevo los comulgatorios, dotándolos de reclinatorios acolchados para garantizar a nuestra feligresía, que piadosamente pueda recibir el Santísimo Sacramento de rodillas.
Coincidiendo con la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, en el año del Señor 2023, siendo párroco el Rvdo. Sr. D. Pedro Miret Giner, nuestra parroquia recupera los comulgatorios provistos por primera vez en la historia de los mencionados reclinatorios acolchados. Sirva esto como mejora para distribuir y recibir la Sagrada Eucaristía con mayor piedad, para mayor gloria de Dios y bien de las almas.